viernes, 28 de octubre de 2011

Ayer



Hoy es una noche distinta, pienso, creo, veo, sin enfoque alguno.
Camino por calles sin sombra y sin norte.
¿Hasta donde podré llegar sin ser nadie?
Hoy las cosas cambian, las flores las cantinas, los amaneceres, los burdeles, ya no son ni la mitad de lo que eran, como yo.
Tampoco se que seremos mañana espacio, tiempo, materia y orbe.
¡Reacciona! te estas quedando en un cajón llamado olvido.
Me siento miserable, asqueada de mi,
de ti, de todo.
Pero a la vez incontenible como el mar, temor, espejos, sueños rotos y amores platónicos,
Eso es lo amo pero no siempre me corresponde…
Amo sin medida a mis vicios, amo con locura estas letras, su máxima expresión de lujuria es apoderarse de este papel y rasgarlo línea a línea hasta las ultimas consecuencias, amo con ternura a cada criatura, y sobre todo amo la sensación de estar vacía y llena de mil palabras y expulsarlas como lenguas de fuego eterno.
Se queman mis pulmones en este penetrante olor de anís, confundida bajo este
color casi fluorescente.
respeto,
maldición
calvario.
Mis manos se resbalan del mundo y luego
todo se torna noches sin sueños,
éxtasis en cada mañana interminable,
tardes cada vez más frías.
Pilares sin fuerza ya no me sostienen, ya nada tienen para ofrecerme estos mundanos vicios.
desencadénate, pienso, del odio, de la apatía, así me siento plena mientras llega la noche otra vez.

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